Según Felix Rodrigo Mora, el medievo fue un período lúcido, donde se produjeron grandes transformaciones, lejos de como se cuenta la historia del feudalismo.
Comenta en sus escritos que los cristianos auténticos, los que practicaban los preceptos de “amaros los unos a los
otros”, huyeron hacia el norte, alejándose del imperialismo árabe, y de
otros heredereros del imperio romano. Se desarrollaron en comunidades
del mundo rural, denominadas concejos, y se organizaron, con
propiedades comunales, de forma asamblearia.
Yo he tratado el tema con el motivo de las setas. También por su relación con estos montes y por las leyendas brujiles que hay en torno a las alucinaciones que producen los hongos.
Estos son algunos mantelitos que he hecho inspirandome en esa preciosa idea de las comunidades del medievo. No se ven muy bien por que está puesta encima la porcelana de Blanca Alfonso de la Riva.
La libertad es uno de los elementos que está en juego, y por ello esta recreación con los helechos y las hexafolias en el espacio de este visillo estampado.
Y como los refajos estampados ya no se llevan, pues la recreación la he realizado sobre algunos delantales.
La interpretación más interesante sobre este tipo de comunidades, que fueron monacales antes del Cister, está documentada en los capiteles de las iglesias románicas del los siglos X, XI, y XII, y de las que hay por estas tierras y estos montes. Aunque señale especialmente la provincia de Palencia y la catedral de Tarragona como bastiones del románico erótico. Y de ello hablaremos más adelante.
No sé quién es Félix Rodrigo Mora ni citas alguna obra que se pueda consultar pero, en todo caso, las mujeres en la época feudal no pasaron por ningún período "lúdico", habida cuenta que estaban obligadas a hacer todas las tareas del hogar a mano, sometidas al poder en todos los niveles.
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